

Cada churro lo corté en tres trozos con cutter. -Cuanto más pequeño menos peligro, -pensé. ( Ignorante de mí... )
Añadí la cinta gris en la base y la negra para delimitar la forma. Una tira abajo otra arriba bordeando la gris y dos trocitos verticales en cada lado. Jaume se encargó de los botones, rojo y verde.

Y poco más que contar, fué algo super sencillo que tenía claro que iba a dejar para el final, no sea cosa que antes de la tarta salgan todos llorando.
Yo sabía que era arriesgado, pero es que las espadas láser eran algo fundamental en este cumpleaños.
Aunque al principio sí puse los globos alargados, pero como era de esperar al cuarto de hora estaba todos pinchados.
Pensé que sobrarían, pero como vinieron también algunos hermanos, me supo mal y las repartí todas. Además de que alguien se llevaría más de una...
Pero bueno, insisto que la cara de felicidad de Jaume preparando todo, era lo mejor. Y el día D ya ni os cuento!
Jajaja que guays!!!
ResponderEliminarPensaba que te ibas a referir a unas que hay por 13 euros pero que no tienen luz xDDD
Yo llevo años queriendo una espada laser pero de las que se alumbran jajaja algún día me la compraré!!!
Besos
calla, calla que el presupuesto estaba ajustadiiiisimoooo. HEmos probado a ponerles uan linterna dentro del churro y mola mil !! jajajaja
EliminarQué apañada eres... ¡y qué bien negocias con los chinos! Jajajaja.
ResponderEliminarBesotes!!!
jajaaja yo creo que les hice un favor tremendo...y yo tan contenta!! SI me hubieras visto con la furgo llena de churros piscineros... ajjajajaja el coche iba a tope
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